El universo que crea la imaginación George
Lucas y de Steven Spielberg unidas, en los años
ochenta del siglo XX,
en el que se desarrollan las
aventuras de su héroe Indiana Jones lo sitúa
entre mediados y finales de la década de
los treinta, en el periodo que se extiende
entre la subida del nazismo al poder en
Alemania y el estallido de la Segunda Guerra
Mundial, centrándolo en un momento
histórico que
no solo conlleva unos determinados
decorados, vestuarios, peinados y coches,
sino que es la base sobre la que se apoyan
la primera
y la tercera de las entregas de la serie
En la primera, En busca del
Arca Perdida, son nazis contra los
que tiene que luchar nuestro héroe para
encontrar el símbolo de la Alianza de Dios
con los hombres según el Antiguo
Testamento,
representándoles como la encarnación
del Mal, que tratan de encontrarla por el
poder, la encarnación divina que
representa, como un paso mas para la
dominación total, relacionando la historia
que se propone acerca de esta búsqueda con
los esfuerzos realizados por el Partido
Nacinalsocialista Alemán desde su llegada al
poder, en 1933,
de buscar a lo largo de los países que iban conquistando y de aquellos entre
los que extendía su ámbito de influencia,
emblemas de la antigüedad en los que
apoyarse, como prueba de su supremacía y
como apoyo al establecimiento de su poder,
explotando con ello todo lo que con
posterioridad a 1945 se ha escrito y
divagado sobre las creencias de Hitler,
sobre su fe en las adivinaciones, en profecías
antiguas,
tesoros y ocultismo, además de la
tendencia que tenía el III Reich, como
todos los ejércitos invasores, de despojar
a los vencidos de sus tesoros y su arte
En la tercera entrega, Indiana
Jones y la Ultima Cruzada, al
aparecer junto al protagonista su padre, el
Doctor Henry Jones, un estudioso típico y
despistado, un padre ausente y lejano,
dedicado a sus investigaciones, que ha
dedicado parte de su vida a rastrear el
Santo Grial, el cáliz utilizado por Cristo
en la última cena, también se produce un
enfrentamiento con el III Reich, que en este
caso envía a una irresistible agente que
enreda a ambos hombres para que la conduzcan
hasta su objetivo.
Porque el Santo Grial está unido a
otro concepto que representa uno de los
emblemas de la literatura de aventuras
cuando aún no tenía ese nombre. Ya en la
Edad Media la búsqueda del Santo Cáliz
determina una serie de peregrinaciones y
expediciones que enlaza con uno de los
objetivos de las Cruzadas y así, en esta,
hasta ahora última entrega, el hallazgo de
la tumba de uno de los últimos cruzados que
quedaron encargados de la custodia de la
sagrada copa permitirá el acceso a otro de
los mitos mas viejos de nuestra cultura: la
fuente de la eterna juventud, o de la vida
eterna
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