Esta es la primera película de la
serie de aventuras de Indiana Jones, que se
desarrolla en los años treinta del siglo
XX, con anterioridad al estallido de la
Segunda Guerra Mundial
La presentación del personaje es
ruidosa y violenta, en medio de una pelea en
un tugurio perdido en las montañas del
Tibet,
introduciéndole solo a través de
los diálogos y solo sabemos que el
aguerrido aventurero es en realidad un arqueólogo,
con muchas aventuras, y no solo científicas,
detrás
En esta historia tendrá una compañera,
la chica que no puede faltar, un antiguo
amor que abandonó en su momento, hija de
otro investigador
En el lado de los malos, su principal
persecutor es en este caso un agente calvo,
gordo, con abrigo de cuero, sea cual sea el
clima,
y guantes, ya que tiene una mano
marcada desde el principio del filme, por
agarrar una cruz incandescente,
y,
por supuesto esta al servicio del III
Reich, el enemigo que está detrás en todo
el film
En otro nivel intermedio un compañero
arqueólogo francés, que colabora con los
alemanes por tener los medios para conseguir
la recuperación de la prueba de la alianza
de Dios con los hombres, y es que
¿quién se puede resistir a la fama
y la riqueza que ofrecen?
El héroe, acompañado de la chica se
lanza a la búsqueda del Arca de la Alianza,
partiendo de los datos que tiene, a través
de viajes sin fin, peligros sin número y
ritmo trepidante, hasta llegar a unas
lejanas excavaciones en el desierto en que
los alemanes, ayudados por el arqueólogo francés
tratan de encontrar el Arca, que por
supuesto al final aparece, pero es un
emblema divino y no puede mas que causar la
destrucción de todos aquellos que quieran
aprovecharse de su poder.
Al final, los funcionarios de los
servicios secretos americanos se hacen cargo
de tan importante pieza, que termina
almacenada y olvidada
Como envoltorio de una historia increíble,
de una imaginación desbordante, de un héroe
que solo tiene una pega: que no es real, se
suceden diálogos ingeniosos, escenas de
acción rápidas, bien construidas y
trepidantes, mezclando historia y leyenda,
con la finalidad fundamental de divertir,
empleando el recurso imprescindible de las
películas de aventuras: las persecuciones,
sea en el medio de trasporte que sea, pero
siempre rápidas y con gran dosis de ironía,
que implican la destrucción de todo lo que
se oponga a su paso
Y con pretensión tan humilde y por
otra parte tan difícil de cumplir, como es
entretener al espectador,
se crea un personaje emblemático del
cine de acción y fundamental para este género
durante los años 80, sin que nadie pudiera
eludir el influjo de Indiana y su “traje
de trabajo”: pantalones viejos, sombrero
gastado, bolsa de tela y un imprescindible látigo
a la cintura, que sirve para todo, atraer
una chica, subir por un pozo, o defenderse
de un enemigo
A destacar, entre los grandes efectos
desplegados,
la serie de explosiones que siguen al
ataque a los depósitos de gasoleo y el
consiguiente incendio, pero sobre todo los
efectos de desafiar el Poder Supremo: cuando
el arqueólogo francés, vestido de Sumo
Sacerdote osa abrir el Arca Sagrada, deja
escapar la ira de Dios, que en forma de ráfagas
de niebla
y luego haces de fuego consume a los
malos, a los que han retado a la divinidad, consumiéndoles
Harrison Ford fue el encargado de dar
forma al personaje, formando con él un todo
inconfundible. Después de numerosas películas,
y faltándole de protagonizar todavía títulos
importantes, pese a su contribución en la
creación de otro mito con su colaboración
en La Guerra de las galaxias, Indiana Jones
es un hito en la carrera del actor, cuyo
nombre nunca se separará ya del personaje,
hasta el punto que se confunden en uno y
otro el aire canalla, conquistador y
decidido
El creador de este andamiaje: Steven
Spielberg, el mago, el rey Midas de
Hollywood,
unió su creatividad, y sus numerosos
fondos a la imaginación de George Lucas,
recreando una etapa ya lejana, y, partiendo
de ella, crea un mundo propio, en el que
incluye los grandes principios del género
de aventuras, al que añade el toque romántico
de una época de grandes viajeros, que no
turistas, donde, desde la perspectiva actual
era mas fácil la aventura, donde había mas
cosas que descubrir y encontrar, cosas que
como repite habitualmente el protagonista
“tendrían que estar en un museo”, y en
un museo de la historia del cine, del cine
de siempre, con mayúsculas, están las películas
de Indiana Jones, un despliegue de ilusión,
medios, efectos y también de una presunta
inocencia
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